Hemos acudido a la obra «Calígula debe morir» para poder explicaros cómo es y qué se siente con esta obra del Teatro de las Culturas. Dirigida por Mabel del Pozo, y protagonizada por Xoel Fernández, esta obra resulta todo un arte de las emociones. A continuación narraremos cuál ha sido nuestra experiencia.

El imaginario de una historia
«Ella, mi hermana, mi amante, mi amor, ha muerto, y ya nada, nunca, volverá a ser como antes». Esa afirmación es el centro alrededor del cuál se desarrolla el torrente de emociones de Calígula (Xoel Fernández). Desde ese punto de partida, empezamos a ver cómo el césar no tiene reparos en mostrarnos sus sentimientos y todos sus pensamientos que nos llevan a plantearnos reflexiones tan vivas y esenciales aún hoy en día por su universalidad.
Sin duda, «Calígula debe morir» resulta toda una experiencia por la profundidad de los hechos que el actor nos narra a través del propio Calígula y de otro personajes. Y es que con tan solo una voz, luces, música y algunos elementos de atrezzo, esta obra consigue que sean los espectadores quienes rellenen con su imaginario todo lo demás.
La actuación de Xoel Fernández
Gran parte del logro de que la obra «Calígula debe morir» nos hiciera adentrarnos en la historia a través de nuestra imaginación, fue por Xoel Fernández. Este actor demostró en todo momento un gran talento. Representó todo tipo de estados de ánimo, de emociones, de acciones y movimientos. Y logró que al finalizar la obra tuviéramos la certeza de que había sido una excelente actuación.
Las emociones y la reflexión
En «Calígula debe morir» aprendimos sin darnos cuenta la historia y la razón de ser de este césar del pasado a través de sus emociones y sus reflexiones. Y es que fueron los sentimientos el hilo conductor que nos hizo sentir pena, miedo, compasión y que hasta nos hizo reír.
Vimos a Calígula demostrarnos cómo el amor puede ser tanto el impulso para triunfar como para perderse en la mayor desesperación. Descubrimos un pasado que podía justificar el hecho de que el césar se perdiera en la versión de hombre salvaje que le había enseñado su padre. Aunque en todo momento entendimos que lo que la obra «Calígula debe morir» pretendía explicar era, sobre todo, que Calígula tan solo quería, necesitaba y anhelaba el amor para seguir viviendo. Y es que fue precisamente el amor lo que le marcó hasta convertirlo en un monstruo.
Así pues, en Malasaña.com no dudamos en recomendarte esta obra representada en el Teatro de las culturas, de viernes a domingo a las 20:00 durante el mes de mayo. Si quieres ver una obra de teatro que te haga sentir, entonces, no te puede perder la oportunidad que te ofrece «Calígula debe morir».
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