¿Quién era Manuela Malasaña?
¿Por qué está este barrio en boca de todo el mundo?
El barrio de Malasaña es el espacio delimitado entre Gran Vía y la calle Carranza. Al este y oeste, lo delimitan respectivamente las calles Fuencarral y San Bernardo. Malasaña, curiosamente, no existe como zona administrativa de la ciudad. Oficialmente, forma parte del distrito Centro y el barrio Universidad. Pero, ¿qué tiene Malasaña para estar en boca de todos?
Malasaña es un barrio antiguo, pero moderno. En él se concentran un gran número de bares, librerías, mercadillos, restaurantes y, cómo no, espacios vintage. Esta amplia oferta de ocio, unida a su excelente ubicación en el centro de la ciudad, la convierten en una zona única. Cada fin de semana, jóvenes y no tan jóvenes, locales y extranjeros se dan cita en sus calles para disfrutar de su tiempo libre. ¿Sabes cómo comenzó su historia?
Los orígenes de Malasaña
En sus orígenes, esta zona tan especial era conocida como el Barrio de las maravillas. De hecho, instituciones del barrio como el Teatro Maravillas aún recuerdan su pasado. Este nombre deriva del Convento de las Carmelitas y su imagen de Nuestra Señora de las Maravillas. Y es que la sede de las religiosas estuvo ubicada hasta finales del siglo XIX en el corazón de Malasaña: la actual Plaza del Dos de Mayo.
Su nombre actual se debe a una valiente mujer, Manuela Malasaña. La historia en torno a esta joven costurera no está clara. La leyenda cuenta que Manuela murió en el contexto del levantamiento del 2 de mayo de 1808. Sin embargo, hay dos versiones de la misma. La primera sostiene que la joven falleció suministrando munición a su padre durante el combate. La segunda, que fue ejecutada en la misma plaza por atacar a unos soldados franceses cuando se querían aprovechar de ella.
En cualquiera de los casos, Manuela Malasaña está considerada hoy en día como una heroína de barrio. Tanto es así, que ha pasado a dar nombre tanto a esta zona de la ciudad, así como a una estación de metro de la línea 12.
La reconversión de Malasaña
La nueva historia de Malasaña comienza con la movida madrileña, un movimiento contracultura que se desarrolló durante la transición franquista. En sus bajos y locales, empezaron a surgir espacios icónicos con la música como protagonista. El Penta o la Vía Láctea son solo dos de los bares que aún siguen en pie. De esta manera, la capital española recogía mucho del protagonismo vanguardista que, hasta la fecha, Barcelona había abanderado. Sus calles se imprimían así de un ambiente de libertad, protagonizado por la juventud.
Esta es una época marcada por míticos grupos musicales españoles como Alaska, Los Secretos, Radio Futura, Mecano y Hombres G, entre otros. El cine también jugó un papel fundamental en este movimiento, con Pedro Almodóvar a la cabeza. Fernando Trueba y películas como Ópera Prima son también iconos de aquellos tiempos de cambio.
El presente del barrio
La movida terminó con el asentamiento de la democracia. Sin embargo, Malasaña sigue siendo un espacio de innovación y cambio. Así lo dictan sus espacios creativos, organizaciones culturales y escaparates artísticos. Hay quien dice que todo lo que pasa, ya ha pasado antes en Malasaña. Es por esto, precisamente, que en los últimos años se ha considerado al barrio como una zona hipster. Con todo lo positivo o negativo que ese calificativo pueda llevar consigo.
Su popularidad actual se debe, entre otras razones, a la amplia oferta de ocio que abunda en sus calles. Sus bares, pubs y comercios hacen las delicias de todos los que acuden a visitar la zona. Su riqueza cultural y cosmopolita conquista los corazones de madrileños y turistas. Desde luego, Malasaña es un barrio que no deja indiferente a nadie.
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