Manuela Malasaña, San Mateo, Espíritu Santo y Fuencarral
Cuatro calles para vivir Malasaña desde todos sus ángulos
Malasaña es el barrio de moda de la capital desde hace tiempo. Y lo es porque constituye la fusión de lo tradicional con lo moderno, lo clásico con lo innovador. En sus calles conviven arte, tradición y vanguardia. Ubicado en el mismo corazón de Madrid, Malasaña es el laboratorio de los experimentos culturales, el emprendimiento y las apuestas diferentes.
Todo esto, dentro de unos muros con mucho recorrido histórico. A continuación, te presentamos 4 calles de Malasaña que tienes que conocer, pasear y vivir. Su ecosistema de vida urbana no te dejará indiferente. ¡Acompáñanos en esta ruta!
Calle de Manuela Malasaña
Es la calle que da nombre al barrio, y no en vano fue una de las cuatro que más triunfó durante la década de los 80. Entonces, el barrio aún vivía el esplendor de la Movida. Es una calle llena de bares y restaurantes, donde la fusión gastronómica se suma a un ambiente amigable y numerosas muestras de arte urbano.
Manuela Malasaña tiene locales y establecimientos con un sello de identidad propio. Están tan integrados en la esencia del barrio, que no se podría hablar de Malasaña sin pensar en ellos. Este el caso de Popland la cuna del retro pop. Otro edificio icónico asentado en esta calle es el Teatro Maravillas. Se trata de uno de los espacios con más tradición y prestigio en la escena teatral española.
Calle de San Mateo
La calle San Mateo siempre ha sido un icono malasañero, pero lo cierto es que este año vive su máximo esplendor. Con tres nuevas aperturas en los últimos meses, la calle San Mateo se postula como el nuevo punto de encuentro de la capital. Su oferta de ocio, cada vez más amplia, reivindica así que Malasaña sigue siendo el lugar más dinámico de Madrid.
La gastronomía es sin duda uno de los platos fuertes de esta calle. Lo que durante tres décadas fue San Mateo Seis, un clásico de la noche madrileña, ha vuelto reconvertido en San Mateo Circus, un plató de circo de estilo art decó. Allí, sus visitantes pueden disfrutar de las últimas tendencias en coctelería internacional. Macera, el taller bar de bebidas tradicionales personalizadas, es otro de los encantos de San Mateo.
Además de saciar el hambre y apagar la sed, la calle San Mateo ofrece a los viajeros un lugar diferente donde dormir: el Bastardo Hostel. Déjate asombrar por sus escaparates hasta desembocar en la Plaza de Santa Bárbara, y continúa tu ruta por Malasaña.
Calle del Espítiru Santo
Es el centro neurálgico por excelencia del barrio y está llena de cafeterías con estilo propio. Debe su nombre a una leyenda antigua. Esta narra cómo, durante los días de Pascua, un rayo destruyó inesperadamente varias viviendas de moriscos con sus habitantes dentro. En esta calle es donde está situada la mejor tienda de polos artesanos de todo Madrid.
La calle del Espíritu Santo goza también de tiendas con un encanto especial. Por ejemplo, Flamingo Vintage Kilo. Este es el templo de los amantes de la ropa de segunda mano. Aquí, la ropa se vende al peso. Los aficionados a la estética retro también podrán ir a la caza de tesoros al Templo del Susu. ¿Te vienes de compras?
Calle Fuencarral
Es la calle más larga de la lista, con inicio en Gran Vía y final en Chamberí. Sin embargo, es a la altura de Malasaña donde nace su fama. Fuencarral es el lugar de los jóvenes diseñadores. Su apuesta es la de un público urbano y alternativo, y alberga varios estudios de tatuajes, librerías de arte y tiendas de cómics. Desde hace años, es una calle peatonal por la que se puede pasear tranquilamente.
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