Madrid es una de las ciudades del país con una mayor oferta gastronómica. Cocina asiática, española, mexicana, peruana… un amplio abanico de posibilidades se abre tanto para quienes viven aquí como para aquellos que disfrutan durante unos días de la ciudad. Una de las claves del éxito de la restauración de la ciudad es la gran calidad de la materia prima que llega. Así, por ejemplo, aunque la capital esté lejos de las lonjas, gracias a un buen distribuidor de pescado en Madrid los restaurantes consiguen ofrecer platos impresionantes.
Pero transportar producto requiere de un control logístico muy exhaustivo, máxime si se trata de materia prima fresca como es el pescado.
¿Qué exige la regulación para la venta de pescado fresco?
La normativa para la venta y distribución de pescado fresco busca, entre otros, garantizar la calidad, seguridad alimentaria y la higiene en todas las fases de tratamiento del producto, tanto en su manipulación como durante su transporte.
Uno de los primeros factores que se tienen en cuenta es la trazabilidad con el que se consigue tener registrado todos los datos sobre la procedencia del producto. Se trata de un aspecto fundamental para poder detectar, en caso de ser necesarias, el foco del origen en caso de problemas de seguridad alimentaria.
Relacionado con esto también se encuentra la exigencia de realizar controles sanitarios. Los locales que venden tanto pescado como marisco en Madrid (al igual que en el resto de comunidades) reciben periódicamente inspecciones cuyo objetivo es garantizar en todo momento tanto la calidad como la frescura y el correcto almacenamiento. Además de ello, también se hace un seguimiento para llegar a detectar la presencia de contaminantes químicos o microbiológicos que pueden provocar enfermedades en caso de ingesta.
Etiquetado de pescado fresco
En el año 2014 la Unión Europea cambió las normas que regulan las etiquetas que deben incluir los productos de pesca y acuicultura. Este cambio supuso la introducción de la trazabilidad de dichos productos de forma que los usuarios conociesen en todo momento la procedencia del producto.
Con este cambio tanto las lonjas como el resto de compradores autorizados y organizaciones de productores consiguen controlar la venta del producto desde el mismo momento de la captura.
Además de ello, estas etiquetas permiten a los organismos oficiales, como el Ministerio de Agricultura, conocer todos los aspectos sobre la denominación comercial de la especie y su nombre científico; el método de producción; la zona de captura o de cría del producto; la categoría de arte de pesca utilizado en las pesquerías extractivas o si el producto ha sido descongelado.
Distribución del producto, un punto clave
La distribución del producto emerge como una de las piezas claves para garantizar en todo momento la calidad del pescado y marisco fresco. Es por ello que los vehículos de transporte deben cumplir con la normativa para garantizar, en todo caso, la seguridad alimentaria.
Un ejemplo de empresa referente en el sector el Logística Dorada, compañía con más de dos décadas de trayectoria que han consolidado su posición como uno de los principales distribuidores de pescado para la restauración y grandes superficies.
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